Cornelio Tácito (Cornelius Tacitus) (c.55 – 120) fue un historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio romano.
Vida
Se sabe poco de la biografía de Cornelio Tácito: ni siquiera las fechas y lugares de nacimiento y muerte o su primer nombre (praenomen) (se le han atribuido sin suficientes pruebas los de Gayo y Publio). La mayoría de las referencias sobre su vida provienen de la correspondencia que mantuvo con Plinio el joven y de sus propias obras.Cronología y origen
La fecha de nacimiento se conjetura a partir de la información que da Plinio en Cartas, 7.20. Destaca allí la amistad excepcional que los une y el paralelismo de sus actividades. A la vez informa de cómo él era un jovenzuelo cuando ya Tácito disfrutaba de renombre. De ahí la deducción de que son contemporáneos, si bien Tácito debió haber sido algo mayor. A partir de la fecha de nacimiento de Plinio, en el año 61 o 62, se puede estimar la fecha de nacimiento de Tácito en torno al año 55. En cuanto a la fecha de muerte, se supone que, si como era su propósito, llegó en su vejez a historiar el imperio de Trajano tuvo que morir ya en tiempos de Adriano, de ahí que la muerte se sitúe en torno al año 120.
A veces se ha pretendido que nació en Interamnum, en Umbría (hoy Terni). La base de esta hipótesis es que Marco claudio tácito, emperador efímero que gobernó durante unos meses entre los años 275 y 276, había nacido allí y pretendía ser descendiente del historiador. Otras hipótesis, basadas en la procedencia de algunos de sus íntimos lo hacen originario del norte de la provincia de Italia o incluso de la Galia Narbonense. Nada concluyente, en suma. Una anécdota que narra Plinio (Cartas, 9.23) hace pensar que sus orígenes no eran itálicos, sino provinciales.
Se cree que era de origen ecuestre, pues se lo relaciona con un Cornelius Tacitus de esa clase social al que menciona Plinio el Viejo (7.76) como procurador en la Galia Bélgica. Por su edad, este no podría ser el historiador, pero sí su padre o su tío.
Carrera política
Hacia el año 77 inicia su carrera política, que habría de ser muy regular. Él mismo (Historias 1.1) cuenta que la comenzó con Vespasiano y fue favorecida sucesivamente por Tito y Domiciano.
En el año 78 se casó con la hija de Agrícola, al que habría de dedicar tras su muerte una monografía. En el año 88 (bajo Domiciano) fue pretor y quindecinvirio responsable del culto. Ese año participó en la celebración de los juegos seculares (ludi Saeculares). El año 93 murió Agrícola, mientras Tácito y su esposa estaban ausentes de la ciudad. Tácito (Agricola, 45) afirma que la ausencia duró cuatro años. Esto ha dado pie a algunos a pensar que estaba desempeñando algún cargo administrativo en provincias y se han hecho varias conjeturas carentes de solidez.
Fue consul suffectus en el año 97 (bajo Nerva) para sustituir al cónsul Lucio verginio rufo , muerto durante su mandato, cuyo discurso fúnebre se encargó de pronunciar. Más tarde (112-113, bajo Trajano) fue procónsul en Asia.
Estilo
Es característico de Tácito el extremo cuidado del estilo. Su lenguaje es acerado, de construcción breve, muy sintético, dado a la braquilogía. Huye de los periodos cuidadosamente organizados y busca la asimetría. Todo ello hace muy densa su expresión, de un barroquismo conceptista en el que la agudeza de la idea prima sobre cualquier tendencia ornamental. No duda en emplear neologismos. Su principal modelo estilístico es Salustio , aunque, en contra de lo que hacía aquél, esquiva cualquier rasgo de arcaísmo: muy al contrario, su intención artística se canaliza en una consciente busca de la modernidad. Los rasgos del lenguaje de Tácito mencionados lo llevan en ocasiones a un tipo de narración de pincelada grande y suelta, donde se estimula la imaginación del lector para que supla lo no explicitado.
Tácito considera que los depositarios del poder son los protagonistas de la historia. En consecuencia da gran importancia al retrato, en el que destaca los componentes psicológicos y morales. Es poderosísimo, por ejemplo, el retrato de Tibero contenido en la primera parte de los Anales. Tácito ha sido capaz de imponer, a veces por encima de los propios hechos, su visión del personaje.
Siempre trata de crear un clima dramático, para lo que usa las acciones humanas individuales y los hechos producto del azar. Aunque trate de documentarse y en general respete los hechos, su interés siempre tiende a la creación de imágenes poderosas, en las que impone sus propias convicciones. No duda para lograr el efecto deseado en reproducir rumores que él mismo asegura que no tiene comprobados. Aunque establezca una duda sobre ciertos datos, el simple hecho de mencionarlos está influyendo en el lector, cuya posición se ahorma según las intenciones del autor. La imagen, pues, se instala por encima de los argumentos racionales y permanece. Por ejemplo, la que transmitió del incendio de Roma, la conducta de Nerón y la ulterior persecución de cristianos (Anales, 15.44) ha creado la iconografía más arraigada para estos hechos: la que se ha instalado en la literatura y en el cine. Tácito no se entretiene en probar la perversidad de Nerón: bastan unas pocas pinceladas tremendistas, solamente media página, para cubrirlo de oprobio
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